La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos infectados del género Aedes aegypti, puede provocar fiebre alta, vómitos y, en casos graves, fallos hepáticos, renales e incluso la muerte. Edwin Bermúdez, epidemiólogo de la Secretaría de Salud, señaló la importancia de intensificar las medidas de control, como la eliminación de criaderos de mosquitos, especialmente en las áreas críticas de Villavicencio.
Para prevenir contagios, las autoridades están promoviendo la vacunación, parte del Programa Ampliado de Inmunizaciones, y reforzando el control vectorial. Se insta a la población a colaborar eliminando recipientes que acumulen agua estancada, donde los mosquitos puedan reproducirse. La participación comunitaria es clave para evitar brotes y proteger la salud pública.
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